2012/01/26

Alduntzin en Noticias de Gipuzkoa

Tras leer las respuestas de Alduntzin, Diputado de Medio Ambiente en el Noticias del domingo 22 de enero se nos ocurren cantidad de cosas, probablemente demasiadas. La primera de ellas pudiera ser que un Diputado de Medio Ambiente debiera leerse mejor las directivas europeas y las leyes de aplicación sobre el tema que nos ocupa, es decir, la gestión de las basuras. Es cierto que casi nadie lo hace, pero nadie, salvo él, es diputado del ramo en estos momentos. No se debe creer que un sueldo público y una gran vocación política para imponer los postulados propios (a pesar de estar en minoría), ambas cosas propias del señor Alduntzin, den cabida a la manipulación y a la mentira.

Las directivas y las leyes no son interpretables a conveniencia y no es verdad lo que afirma Alduntzin, lo cierto es que en la jerarquía de la gestión de la basura está siempre por delante “valorizar”, siempre hay que “valorizar” antes de echar en vertedero. Lo del vertedero es la peor y la última de las posibilidades. Antes que echar la basura hay que aprovecharla para producir energía y eso se hace en una planta de incineración con valorización energética.

Tampoco es cierta la afirmación de que en Europa “se recicla el 80% de la basura”. La realidad es muy otra: en la UE se recicla el 40%, se echa a vertedero el 40% y se incinera el 20%. Y se da el caso que los países que mejor gestionan sus basuras, los que más y mejor reciclan, son a su vez los que más y mejor incineran (Austria, Alemania, Bélgica y Holanda). De la misma manera que Alduntzin manipula la opinión pública al sugerir que alguien se esté “conformando” con un 34% de reciclaje en Gipuzkoa cuando el Plan de Residuos (el mismo que prevé la incineradora) prevé un nivel de reciclado del 60% para 2016, al nivel de los países europeos más punteros, esos que hemos mencionado.

Claro que un Diputado de un partido que afirma que en Gipuzkoa “hay incluso pueblos que se están planteando eliminar la recogida de los residuos”, o que 60 ayuntamientos “han contactado con el Consorcio de Residuos para mostrar su voluntad de cambiar el sistema” para a renglón seguido zafarse del pequeño detalle de las mayorías necesarias para la toma de decisiones en esos ayuntamientos, no parece otorgar excesivo valor a la realidad de las cosas.


Alduntzin, como Bildu, parte de apriorismos y luego pretende vestir el santo. La premisa inicial es, como siempre, el NO a la incineradora, y tras ese NO viene la negación de la realidad legal, la búsqueda de fórmulas mágicas que hagan desaparecer la basura, le necesidad de “buscar un sitio idóneo” para abrir un nuevo vertedero, la necesidad de que el BEI les prorrogue el crédito “para todo lo que sea necesario”, la necesidad de que Bizkaia les prorrogue el uso del vertedero de Igorre “porque lo siguen necesitando”, el “barajar la idea” de que todo el compost producido año tras año se pueda comercializar, el afirmar que “es cuestión de tiempo” que el orgánico se lleve a Lapurdi, etc.

De tal manera que “la gestión de basuras tipo Alduntzin” se basa en poner patas arriba toda la planificación aprobada y confiar en que todo el mundo pase por dar respuesta a sus “necesidades”: la Diputación de Bizkaia con Igorre, el BEI con la pasta, el Ministerio francés con Lapurdi, y sobre todo los y las gipuzkoanas con sus tasas y su santa paciencia.

Pero lo mejor de todo es pretender compostar toda la Llanada Alavesa. Como se ve el señor Alduntzin requiere de gran cantidad de solidaridad inter-territorial.

La Diputación de Alduntzin ha afirmado un acuerdo según el cual dotan en presupuestos dinero para la incineradora sin aplicar la “moratoria” que pretendían y residencian en las Juntas Generales la decisión última sobre el problema. Como ocurre con cualquier acuerdo político, puede cumplirse o no. Depende de la calidad política y personal de quien lo suscribe.

“Si me lo preguntan a mí, la posibilidad de redimensionar la incineradora está descartada” dice Alduntzin. Resulta extraño ese “si me lo preguntan a mí” con el que comienza la entrevista.

2012/01/23

Las emisiones de las incineradoras modernas no son peligrosas ni para la salud de las personas ni para el medio ambiente

La tecnología aplicada en las incineradoras de última generación que están en marcha en los países medioambientalmente más avanzados de Europa es inocua para el medio ambiente y para la salud de las personas.

Los Verdes alemanes, furibundos críticos con la incineración en los años 80, reconocen que desde hace ya muchos años la incineración con valoración energética (es decir, aquella que aprovecha la combustión de la basura para obtener electricidad) es la mejor alternativa ecológica para gestionar la fracción resto de residuos, aquellos residuos que resultan imposibles de reutilizar, de reciclar o de compostar.

Las campañas políticas y seudoecologistas contra la incineración han utilizado profusamente un informe de Greenpeace sobre los posibles efectos negativos en la salud de las dioxinas y furanos emitidos por las incineradoras. Es cierto que la lectura de dicho informe, fácil de encontrar en Internet, resulta a primera vista alarmante para cualquiera. Sin embargo, los datos que el informe aporta son casi siempre referentes a incineradoras de RSU, Residuos Sólidos Urbanos, de los 80 y principios de los 90, es decir, de plantas antiguas, de tecnología obsoleta.
Incineradora en Viena

En este momento hay 70 incineradoras en funcionamiento en Alemania, 31 en Suecia, 31 en Dinamarca y 130 en Francia. Muchas de dichas plantas están ubicadas en el mismo centro de las ciudades que generan la basura, para evitar de ese modo la contaminación (mucho más grave) y el costo añadido que provocaría su transporte en camiones. Incluso hay incineradoras en Europa que sirven para atraer el turismo.



La planta de incineración proyectada para Zubieta dispone de la tecnología más avanzada para el control del proceso y de las emisiones.

Si se hace un seguimiento de las campañas contra la incineración parece que las incineradoras de basuras son el foco de emisión de dioxinas. En realidad, la principal fuente de emisión de dioxinas son los incendios forestales, y en general la quema de montes y biomasa en general. Otra fuente importante de dioxinas son las depuradoras de aguas residuales y la propia formación biológica del compost. Cantidad de actividades industriales como los altos hornos, las fábricas químicas, las papeleras, etc. Sin embargo, la alarma social – políticamente mediatizada– se centra en las incineradoras de basuras, que son sin género de duda, las instalaciones tecnológicamente más avanzadas y, por tanto, las que ofrecen garantías casi absolutas en el control de las emisiones de dioxinas.

Un informe de la Universidad de Oviedo ha llegado a afirmar que “una incineradora contamina en un año lo mismo que fumar un cigarro”; dicho de otra forma “la emisión de dioxinas de un cigarrillo es igual a la de una incineradora en un año” (Manuel Bao Iglesias, Ingeniero Químico de la Universidad de Santiago de Compostela).

Podemos encontrar en Internet referencias a informes como este: “Según un estudio realizado en Francia, asando cuatro chuletas, cuatro cortes de ave y cuatro salchichas en una parrilla de carbón, la combinación de calor, carbón, humo y las propias carnes produjeron entre 12 y 22 nanogramos de dioxinas”.Cada cual puede sacar sus propias conclusiones.

En cuanto a las emisiones de metales pesados y partículas a la atmósfera, en la incineradora  estarán muy controladas, hasta tender a cero, ya que prevé un sistema de filtrado y control de emisiones difícilmente mejorable por otra cualquiera fuente de emisión. Control del que carece, por ejemplo, el tráfico rodado, sin duda principal origen de la contaminación por partículas.

2012/01/20

Gipuzkoan, Atez Atekoaren “guruen” zain egon beharrik gabe, urte asko da zaborrak sailkatuz biltzen ari garela.

Gipuzkoan 1982a ezkero zabaldu da bilketa sailkatua, Zaborren kudeaketa Zuzentzeko Plana onartu zenetik. Ordutik eten gabe hedatu dira edukiontzi bereziak: orlegia bidriorako, urdina papera eta kartoia jasotzeko, horia ontzi arinetarako, marroia materia organikorako, orlegia zabor-hondarra botatzeko, pilen edukiontziak, erabilitako jantziak eta etxeko olioak botatzeko. Gipuzkoak urte asko daramatza birziklatze eta ingurumenarekiko konpromisoa erakusten.


Gainera, industrientzako eta ekoizle nahiz saltoki handientzako eta abarrentzako bilketa-sistemak jarri dira. Eta Garbiguneak irekiz joan gara.

Irudipena daukagu gaur egungo Ingurumen Diputatuak luze gabe aurkeztuko dizkigula hainbat datu esanez hondakin gutxiago sortuko dela eta, behar bada, krisiak eragindako gutxitzea bere meritua izan dela sinestarazi nahiko du. Egia zera da: egundaino ez direla ezer egiten ari aurreko legealdiko garbigune-plana burutzeaz gain eta 5. edukiontziaren zabalkuntza geldituta dagoela.

2000 eta 2010 urte artean, hiri hondakinen bilketa sailkatua hazi egin da Gipuzkoan: %17’4koa zen orain 12 urte, eta duela pare bat urte %43’31ra iritsi zen.

La incineradora no "suponen quemar 400 millones de euros" (a pesar de lo afirmado por el Diputado General Martin Garitano).

Incinerar la basura resulta más barato que enterrarla en vertederos (además de que según la legislación europea esta alternativa es inexistente por estar prohibida).

La mitad de esos 400 millones que cita Garitano se destinan a plantas de compostaje y biometanización, a pretratamiento (lo que ellos consideran “inertización” pero que los Verdes Alemanes en buena lógica consideran el paso previo a la valorización energética) y a estaciones de transferencia para un transporte más barato y menos contaminante.

La vida útil de la inversión de la incineradora (la otra mitad de la inversión) es larga, se estima que superior a 25 años; para el cálculo económico de amortización de la inversión se estiman 20 años.

En el supuesto de que no se contemplara la construcción de la incineradora todas las toneladas de basura no quemada, 150.000 toneladas (más del tercio de la producción inicial), tendrían que ser depositadas en vertedero, por lo tanto implicaría el pago de altas tasas de vertido durante todo ese tiempo para hacer frente a los elevadísimos costos de control y mantenimiento de los vertederos.

Incluso en los informes que realiza Garbitania defendiendo la implantación del puerta a puerta (optimizados de manera irreal para defender su sistema) reconocen un 20% de fracción resto. A esa fracción no recogida selectivamente, habría que añadir aquello recogido de manera selectiva y no reciclable. De nuevo volvemos a más de un tercio de la producción total de residuos.

Los Verdes Alemanes (hacemos referencia a ellos porque partiendo de posicionamientos muy críticos contra las incineradoras de primera generación han evolucionado hasta defender el actual sistema puntero de gestión de las basuras en Alemania) hacen una valoración muy positiva del hecho de que “solo” el 32% de los residuos en Alemania “son residuos para energía” (sic), es decir: para incineración con valorización energética.

De hecho, la incineración de residuos con valorización energética es considerada por las Directivas Europeas como forma de producción de energía renovable (que no proviene de yacimientos fósiles).

La incineradora proyectada en Zubieta prevé exportar a la red eléctrica 190.400.000 KWh/año (netos).